miércoles, abril 1

Joaquín Meléndez nos ha dejado

Hola. Mi padre nos ha dejado esta pasada noche. Un músico más para tocar con los ángeles. 😔. Un abrazo y cuidaros mucho.

Este escueto mensaje, enviado por su hijo y recibido el domingo día 29 de Marzo, nos informaba de la muerte del contrabajista de Ars Tunae, nuestro compañero y amigo, Joaquín Meléndez.

Llevaba varios días enfermo en la UCI,  una víctima más de la pandemia de COVID-19 (Corona virus), que asola en estos momentos a muchos países de la Tierra. 

Todos pensábamos que, siendo una persona vital y de robusta complexión física, superaría la enfermedad. Desgraciadamente no ha sido así y ahora estamos lamentando su pérdida.

Para el que escribe estas letras, queda el recuerdo de que allá por el año 2005 conoció a Joaquín en los cursos organizados en Can Golferics. Concretamente, los sábados por la mañana nos apuntamos los dos, sin aun conocernos,   a una clase de ritmos de Blues para guitarra.

Su carácter abierto y jovial me llamó la atención y pronto hicimos amistad. Al finalizar las clases, nos íbamos a tomar una cerveza y le propuse que fuera a un ensayo de Ars Tunae, para ver si podía encajar dentro del grupo.

Aceptó encantado y se integró rápidamente en la orquesta. Comenzó como guitarrista y después se ofreció como bajista. Dadas sus enormes ganas de colaborar, pronto adquirió un bajo eléctrico y, finalmente, el contrabajo que últimamente tocaba.

En paralelo, completó su formación teórica musical, en un admirable ejemplo de superación personal y entrega total. Este rasgo de su personalidad, al no ser siempre correspondida por los demás su gran dedicación , le hacía caer en el desánimo momentáneo del que se olvidaba y recuperaba con prontitud. 


Posteriormente, a lo largo del tiempo ,se fue integrando como bajista o contrabajista   en  la Camerata Universitaria ,  en  la  Cuarentuna de Barcelona y en la orquesta de la renombrada Academia Marshall, fundada por Enrique Granados.



Sin olvidar su participación y pertenencia a ese fenómeno culinario, tan peculiar de nuestra  Asociación de Amigos de las Tradiciones Universitarias, que es la Gastrotuna.


En suma,  Joaquín ha sido un apasionado de la música y de los ambientes próximos al mundo de la Tunas Universitarias.


De entre las numerosas adhesiones recibidas tras su muerte, destaco este emotivo párrafo de Pepe Mateo, su compañero en la Camerata Universitaria:

La vida es una sola y él la supo disfrutar cada día. Fue una de esas personas que todo lo hacía con amor y por eso estoy seguro que dejó este mundo satisfecho de las cosas que hizo. Adiós amigo Joaquín, algún día todos nos volveremos a ver. Ese amigo del alma es ahora nuestro aliento, nuestra memoria y esa otra mitad que nos sonríe desde un lugar más sereno, deseándonos lo mejor.

¡Descansa en paz, amigo Joaquín!